En un articulo anterior manifesté que en las próximas elecciones congresales voy a votar por Acción Popular y que uno dé mis dos votos preferenciales sera por el joven militante Fabio Trujillo que lleva el # 15 en la lista de AP. En esta oportunidad me permito manifestar que mi segundo voto preferencial, en estricta sujeción al principio de paridad representativa entre mujeres y hombres, sera por Maricarmen Alva que lleva el # 23 de la lista de Acción Popular.
Maricarmen es una abogada con una destacada trayectoria profesional así como una militante de larga data en Acción Popular que creo aportara un ejemplo de respeto a la libertad individual de los peruanos y compromiso inquebrantable con nuestro sistema republicano, constitucional y democrático de gobierno amen de una entrega autentica al servicio desinteresado, honesto y humilde de nuestro pueblo.
Es también una candidata que entiende claramente cual es la misión de quienes son electos congresistas y se identifica con la concreta y realista agenda que propone Acción Popular para este Congreso teniendo en cuenta las limitaciones de tiempo con las que deberá trabajar el mismo.
Maricarmen no es ajena a las apasionadas inquietudes y preferencias personales de los jóvenes candidatos de la lista de Acción Popular que desearían resolver múltiples problemas, ciertamente urgentes e importantes, que tiene el Peru. Inquietudes absolutamente validas que sin embargo harán necesario que aquellos con mayor experiencia política promuevan entre la bancada el desprendimiento necesario que permita adoptar un pragmatismo político para priorizar objetivos en función de las posibilidades de encontrar consensos con otros representantes elegidos.
Es decir, promover que la bancada sea un ejemplo de realismo y concentre sus esfuerzos en lograr lo que se puede y no perderse en la obsecuencia arrogante de perseguir lo que cada cual quiere.
Recientemente, durante la presente campana electoral, hemos visto como algunos partidos políticos pareciera q no entienden cual es la misión de los congresistas y plantean programas de gobierno sin entender que esta no es una campaña presidencial y que a los Congresistas no les corresponde gobernar sino legislar.
También hemos visto una tendencia por parte de los candidatos que insinúa una suerte de confusa concepción sobre cuál es nuestro sistema de gobierno y lo que se espera de ellos si son elegidos congresistas.
De tal forma consideramos conveniente aclarar algunos conceptos que confiamos servirán para tener una mejor idea de lo que podemos y debemos esperar de los nuevos congresistas.
En nuestro sistema de gobierno, cada 5 años los peruanos somos citados para elegir, mediante voto universal y secreto, tanto al Presidente de la República como a nuestros representantes en el Congreso.
Durante la campaña electoral los partidos políticos presentan sus candidatos y estos a su vez proponen un plan de gobierno para los próximos 5 años. De la misma forma, los partidos presentan a los candidatos que confían acompañaran durante ese periodo a sus candidatos presidenciales en el Congreso.
Los candidatos a congresistas no presentan plan de gobierno alguno porque la misión de estos es endosar y coadyuvar a la realización del plan de gobierno que propone su candidato presidencial.
Esta es pues la misión fundamental de los congresistas; contribuir con el poder ejecutivo a la gobernabilidad y a la realización del plan de gobierno de la persona que fue electa presidente de la República.
El presidente electo sí recibe un mandato pero los congresistas no, porque el plan de gobierno que propusieron sus candidatos presidenciales ha sido rechazado por los votantes.
De tal forma los votantes esperan que los congresistas asuman como propio el plan de gobierno del presidente electo y contribuyan a su realización mediante aportes que mejoren las acciones propuestas, criticas que eviten la implementación de acciones dudosas o poco sensatas, iniciativas que complementen y/o potencien el impacto de dicho plan de gobierno y que fiscalicen que el poder ejecutivo sea utilizado sabiamente y sin abusos así como honestamente.
Esas son las características de un autentico sistema de gobierno republicano, constitucional y democrático y esa es la misión que tienen todos los congresistas.
Ello porque la vil costumbre de declararse en oposición al gobierno electo es inadmisible en una república democrática ya que en buena cuenta ello implica oponerse a la decisión soberana y mayoritaria del pueblo. Es decir adoptar una postura sediciosa en contra del gobierno que fue electo democráticamente por votación popular mayoritaria.
Una practica lamentablemente muy común en nuestro medio que ha sido promovida por partidos con débil convicción democrática y desmedida ambición de poder que a través de ello han encontrado la forma de ejercer un poder de carácter fáctico inadmisible en una República y ciertamente atentatorio contra la integridad del Congreso así como contra el interés y la voluntad popular.
Por lo demás los congresistas electos deben entender que una vez elegidos dejan de ser congresistas de un partido y pasan a ser congresistas que representan a sus comunidades y a todo el pueblo peruano. Congresistas que pueden profesar una orientación política y/o ideológica producto de su formación partidaria pero que han sido electos para actuar en forma absolutamente independiente y libre al momento de tomar decisiones. Decisiones que deben tomar basadas en su propio criterio y convicción sobre lo que consideran es mejor para el bienestar del país y de todo el pueblo. Congresistas que deben ser ajenos a todo tipo de consigna, sugerencia, instrucciones y/o mandatos externos sea de su partido o de cualquier otra organización, institución y/o persona.
Congresistas que por conveniencia organizativa y operativa pueden conformar bancadas con representantes de su mismo partido pero que están claros que ello no condiciona su independencia.
Lo acontecido con nuestro sistema de gobierno es tal vez el mayor ejemplo de corrupción que ha sufrido nuestro país. Se ha corrompido la naturaleza misma de nuestro sistema de gobierno y sustituido a los ciudadanos, auténticos y legítimos protagonistas del mismo, con la voluntad de partidos liderados por ambiciosas camarillas políticas.
Es por ello que la población le ha perdido el respeto a los partidos y al Congreso. Salvo honrosas excepciones la mayoría de partidos han contribuido a esta situación y ahora corresponderá a los jóvenes y nuevas generaciones de políticos corregir esa destructiva barbaridad y recuperar para los ciudadanos el protagonismo al que tiene derecho.
La tecnología, las telecomunicaciones y los medios sociales han impactado profundamente a las sociedades en todo el mundo y el Peru no es ajeno a ello. En la actualidad nos encontramos en la alborada de un nuevo paradigma político en donde una cosa es absolutamente clara, la sociedad va a exigir cada vez una mayor participación en las decisiones.
En el Peru sin embargo estamos abocados a una reforma electoral y política que pretende llevarnos hacia el pasado en lugar del futuro. Una reforma epidérmica que no tiene ninguna opción de éxito porque la misma esta inspirada en la defensa de los agonizantes intereses partidarios en lugar de recuperar la pureza institucional y la consagración al servicio de los intereses ciudadanos.
Sin embargo la juventud de los militantes que buscan servir en el Congreso es motivo de gran esperanza. Esperanza de que estos tendrán la visión para descifrar cual debe ser el camino que deberemos seguir de hoy en adelante y la valentía política para introducir los cambios profundos y sustantivos indispensables para que los ciudadanos recuperen el protagonismo que les corresponde y se adopte una estructura electoral y política moderna capaz de superar los retos que se vayan a presentar y de perdurar en el futuro.
Esos son los valores y la ética política que nos ha legado el Presidente Fernando Belaunde Terry y la misión que se espera que asuma generoso el partido AcciónPopular y sus militantes. Una misión que necesariamente deberá contar con el aporte de las generaciones jóvenes de políticos de otros partidos que compartan la vocación democrática de Acción Popular y el deseo de trabajar conjuntamente para servir con humildad y honestidad al país y a su gente.
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