A raíz de la noticia de que una empresa Peruana piensa cambiar de nombre a sus productos para alinearlos con un lenguaje presuntamente políticamente correcto tengo que decir que es totalmente absurdo copiar algo que sucede en USA y que es consecuencia de una realidad completamente diferente a la nuestra y mas aun, totalmente ajena a nosotros.
La esclavitud en EEUU fue inmensamente dura, cruel así como violenta y aunque en el Peru se cometieron excesos durante la época de la esclavitud, estos excesos ni siquiera se acercan a lo acontecido en USA.
El problema de la esclavitud y el racismo en ese país fue de tal magnitud que dividió al mismo en dos y desemboco en una guerra de secesión entre los Estados del Norte leales a la Union y los Estados del Sur (Los Confederados).
Aunque las consideraciones económicas, como siempre, son prioritarias el Sur se separa del Norte en EEUU fundamentalmente porque consideraba que la esclavitud debía mantenerse y seguir adelante con las leyes que regulaban la misma y que básicamente consideraban a los negros como una propiedad sin derechos. El Norte se oponía a ello, no necesariamente por principio, pero si por conveniencia.
Hay que entender que la Constitución de los Estados Unidos se firma en Setiembre 17 de 1787 y que la guerra civil en USA se desarrolla entre el 12 de Abril de 1861 y el 9 de Abril de 1865.
Es decir, 74 anos después de la creación de los Estados Unidos el Sur (Los Confederados) reniega de la Constitución y se levanta en contra de la Union. El levantamiento del SUR motivado por su defensa de la esclavitud y el racismo es un levantamiento delincuencial.
Constitucionalmente los que se levantaron así como todos sus generales, soldados e inclusive los interlocutores políticos que fomentaron ese levantamiento se constituyeron en traidores.
Desde esa época existe un cuestionamiento moral por la forma como se trato a los esclavos y creo que el candidato presidencial americano Joseph (Joe) Biden ha definido esa situación correctamente como el "Pecado Original Americano”.
Conviene mencionar que si bien es cierto que la esclavitud fue abolida en EEUU inicialmente en algunos Estados del Norte en 1805 y posteriormente a nivel nacional mediante la introducción de la Enmienda # 13 de la Constitución Americana en 1865, la segregación entre blancos y negros continuo e inclusive fue ratificada por la corte suprema en el caso de “Plessy vs Ferguson” en 1986 bajo el argumento de que la segregación era propia siempre y cuando se separara a blancos y negros en facilidades “separadas pero iguales” para ambos. Cosa que por supuesto no se dio en la realidad.
No es hasta 1954, bajo la Presidencia del Jurista Earl Warren, que la Corte Suprema de EEUU unánimemente revoca la doctrina del caso “Plessy vs. Ferguson” al pronunciarse sobre el caso “Brown vs Board of Education”.
La lucha contra la segregación de blancos y negros continuo sin embargo y fue poco a poco conquistada en múltiples casos judiciales como el de “Heart of Atlanta Motel Inc vs United States” en 1964 que contribuyo a darle fin a la vigencia de las denominadas “Jim Crow Laws”.
No obstante esta realidad jurídica la segregación subsistió en EEUU sustentada “De Jure” en los “Códigos de Esclavos”, antes de la guerra Civil, y los “Códigos de Negros” y las “Jim Crow Laws” después de la guerra.
Finalmente sin embargo, luego de una larga lucha, todas las leyes que sustentaban la segregación entre blancos y negros fueron abolidas mediante el “Civil Rights Act” de 1964, el “Voting Rights Act” de 1965 y el “Fair Housing Act” de 1968.
La segregación “De Facto” sin embargo continua aun hoy en los Estados Unidos amparada tanto en el comportamiento contemporáneo de glorificar lo que represento y defendió la Confederación así como sus personajes y símbolos durante la guerra civil, como producto del legado histórico “De Jure” que originalmente la consintió.
Han pasado 150 años desde que se abolió la esclavitud en Estados Unidos y todavía no se ha logrado eliminar la vigencia “De Facto” de la segregación entre blancos y negros.
La destrucción de los monumentos y símbolos Confederados que se encuentran en el Sur de los Estados Unidos, cuya existencia solo puede justificarse como una forma de rememorar y mantener vivos los equivocados ideales que inspiraron el levantamiento del Sur y por ende las razones que lo justificaron son ciertamente ofensivas para los negros que es el grupo social que fue la víctima directa de esa barbarie.
Como mencione antes, durante la guerra el norte no defendió precisamente el principio de abolición de la esclavitud sino mas bien lucho porque le convenía económicamente. Esto es tanto mas claro hoy cuando comprobamos que no solamente en los Estados de Sur sino también en algunos Estados del Norte subsiste una fuerte tendencia racista y segregacionista que deviene de esa época. Tendencia que ha sido exacerbada por el discurso y la retórica del Presidente Trump que linda con la insinuación de la superioridad de la raza blanca.
En el Peru, durante la época de la esclavitud, no se dieron los documentados excesos extremos y la barbarie contra los negros que se dio en Estados Unidos y por tanto no existen antecedentes para imitar el movimiento surgido recientemente en ese país.
Nuestra posición debe ser de apoyo y solidaridad incondicional con el justo reclamo de los negros en EEUU pero no existe razón y/o antecedentes históricos que justifiquen imitar sus métodos y reclamos en el Perú.
De hecho, en lo que se refiere a la remoción de monumentos, nosotros hemos actuado de forma similar para eliminar todo símbolo que glorifica la historia de la conquista de America por parte de los Españoles sustituyendo los monumentos a los conquistadores por monumentos a héroes y personalidades peruanas notables como Miguel Grau, Ricardo Palma, San Martin, Jose Olaya, etc. Ello y/o escondido los monumentos a los conquistadores en lugares secundarios.
Ahora bien; la reacción actual de los negros en EEUU no solo se refiere al hecho de que en ese país subsiste, después de tantos anos, un sentimiento segregacionista y racista soterrado similar al que justifico la guerra civil sino que, mas aun, aunque oculto a los ojos de la ciudadania que no quiere ver, ese sentimiento se ha mimetizado y capturado tanto el sistema policial como el judicial instituyendo en estos una clara parcialidad en contra de los negros y, recientemente, en contra de otro grupo social que en 5 años mas va a dejar de ser minoría y se va a constituir en la segunda mayoría de ese país; Los Latinos.
El levantamiento en EEUU es un levantamiento contra el abuso policial y judicial hacia los negros que es un remanente vivo del racismo que inspiro la guerra civil y que se sigue celebrando en la mayoría de Estados del Sur y algunos del Norte de Estados Unidos.
La lucha contra el racismo vigente en EEUU pasa por eliminar los abusos policiales y parcialidad judicial contra los negros y para ello es necesario terminar con el simbolismo y el lenguaje que ha perennizado esos sentimientos en por lo menos el 30% de la población particularmente en aquella de origen anglo sajón.
Es una lucha árida y difícil que lleva mas de 150 años y que puede observarse en el excelente cuadro de la Biblioteca del Congreso Americano que detalla cronológicamente la épica lucha de los negros en Estados Unidos por su libertad y derechos.
En el Peru somos en alguna medida segregacionistas e inclusive racistas, aunque cada vez mas esa tendencia se basa en diferencias económicas mas que culturales y sociales, pero ciertamente el racismo no esta institucionalizado en nuestro sistema de gobierno, en la policía y/o el sistema judicial.
Mas aun, la riqueza de nuestro lenguaje y sobretodo esa manía única de los peruanos de agregar “ito” e “ita” a toda referencia personal - mamita, hermanito, negrito, blanquito, gringuito, cholito, cholita, chinita, etc. - fomenta la mezcla lingüística en ese crisol social que nos caracteriza y es una especie de vacuna contra el racismo que gradualmente esta contribuyendo a reducir significativamente las diferencias en el Peru.
De tal forma imitar a EEUU en su lucha por erradicar el racismo y la segregación es absurdo porque el movimiento que se lleva a cabo en ese país es ajeno a nuestra realidad e historia y por el contrario es contraproducente porque introduce una condición de “tabú” en un lenguaje que precisamente celebra la igualdad racial porque en el Peru, nos guste o no y aunque no sea políticamente correcto, como dice el dicho que se atribuye a Ricardo Palma, “el que no tiene de inga tiene de mandinga” y mas aun, absolutamente todos tenemos una “Chapa”.
La segregación por diferencias económicas, problema que ha crecido en el Peru, es otro cantar pero las soluciones a ese problema, aunque difíciles, son mucho menos confrontacionales.
No imitemos a otros países y otras culturas que responden a realidades históricas y sociales diferentes ni sacrifiquemos nuestras propias costumbres, aunque imperfectas y ciertamente mejorables pero autenticas, por el prurito de imitar y parecernos a un estereotipo social internacional ajeno a nuestra realidad.
Tenemos que abandonar esa manía imposible de querer convertir a todo el Peru en una especie de plantilla rígida con características iguales y similar a la de otros países y mas bien abrazar la genialidad de nuestros antepasados al dejarnos, en Sacsayhuaman, el testimonio de la fortaleza que puede alcanzar el Peru si respeta las diferencias y características únicas de nuestra variada población y adapta estas, sin modificarlas, para integrarlas en una estructura potente y poderosa, un muro, que comprenda a todos sin sacrificar la esencia individual de ninguno.
En el Peru todos tenemos los mismos derechos y hay que erradicar toda practica que directa o indirectamente discrimine y/o atente contra este principio satanizando nuestras diferencias. Por el contrario tenemos que celebrar y respetar nuestras diferencias porque en ello radica nuestra mayor fortaleza.
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