En mi articulo anterior comente sobre el escándalo llamado ¨Vacunagate¨ y el hecho que la atención mediática dedicada al mismo nos esta distrayendo e impidiendo dedicarle atención urgente a otros aspectos de la pandemia que son potencialmente mucho mas graves y peligrosos para el bienestar futuro de los peruanos. Mencione en dicho articulo tres aspectos adversos que deberíamos considerar y sobre los que deberemos tomar soluciones concretas lo antes posible. Estos son:
- El hecho de que el advenimiento de la primera generación de vacunas no va a ser suficiente para controlar la pandemia porque el proceso de vacunación global es lento y el virus se viene replicando mas rápidamente que el esfuerzo de vacunación creando variantes que potencialmente pueden resistir tanto los anticuerpos generados por quienes se han recuperado de la enfermedad como los anticuerpos generados por quienes se han vacunado con la primera generación de vacunas. En resumida cuenta, lo mas probable es que ante la extendida interconexión global es razonable suponer que el éxito en controlar la pandemia va a depender de la velocidad con la que se cuente con nuevas generaciones de vacunas y mas concretamente la velocidad con la que se logre vacunar a la mayoría de poblaciones en el mundo al punto de poder aislar geográficamente los focos de infección.
- Si la experiencia en pandemias es un indicador para predecir el comportamiento de la presente pandemia de COVID es razonable suponer que nos va a tomar 4 o 5 anos vencer la misma y eso significa que deberemos preparar a nuestras poblaciones y nuestra infraestructura para esta complicada batalla. De igual manera deberemos planear para realizar varios procesos de vacunación masivos.
- El costo para vacunar poblaciones enteras sucesivamente va a ser muy alto y en el caso del Perú va a bordear los 4,000 a 5,000 millones de dólares en los próximos 4 a 5 anos. El Perú ciertamente no cuenta con los recursos para hacerlo. Mas aun, el costo de oportunidad de gastar esa inmensa cantidad de dinero incluye no solo el monto del dinero gastado en la adquisición de vacunas, que no genera ningún retorno como no sea limitar la perdida económica producto de la pandemia, sino también el monto del retorno de la inversión que el país habría percibido si el dinero se hubiera destinado a gastos de inversión en lugar de compra de vacunas.
Pues bien, lo que era una simple deducción lógica en nuestro articulo anterior empieza a convertirse en hechos concretos a la luz de las ultimas informaciones y de las declaraciones por parte del presidente de la empresa Pfizer aparecidas en medios de comunicación serios que a continuación citamos.