La triste situación que
lamentablemente me toca comentar hoy empieza con la insensata y maliciosa
declaración de la Sra. Keiko Fujimori quien, inmediatamente después de no haber
obtenido el favor del pueblo peruano para ocupar el sillón presidencial en la
justa electoral del 2016, define la futura posición política de la ocasional
mayoría parlamentaria obtenida por su partido como la de una “oposición responsable” [1].
A partir de ello se suceden una
serie de situaciones y hechos que van develando la verdadera naturaleza e
intenciones de lo que en apariencia era un movimiento político renovado pero
que en realidad ha demostrado ser una millonaria maquinaria organizada con el
solo propósito de capturar el poder y perennizar en el a la estirpe política
mas totalitaria y corrupta que ha existido en el Perú.
Una maquinaria sin escrúpulos
que no ha vacilado en reclutar e invitar a ciertos personajes, verdaderos matones
y mercenarios políticos, para participar en su lista parlamentaria y cumplir la
función de fuerza de choque contra el gobierno así como la de amedrentar a los
miembros de su propia bancada de forma que cumplan con apoyar y defender las
consignas que dispone una maliciosa cúpula partidaria ajena al gobierno y/o a
los poderes del estado.
Golondrinos políticos que se
mueven de partido en partido ofreciendo sus servicios a cambio de que se les
permita mantenerse prendidos de la ubre fiscal y gozar de una cuota de poder.
Golondrinos y matones cuya misión, desde el primer día, ha sido atacar,
desestabilizar e inclusive insultar al Presidente de la Republica así como
sabotear la implementación de su plan de gobierno utilizando como excusa y
disfraz una supuesta convicción fiscalizadora y vocación de lucha contra la
corrupción. Osada coartada de quienes son cómplices y/o herederos de un
gobierno que ha probado ser uno de los mas corruptos de la historia del Perú.
Gobierno que dejo como testimonio de su voracidad, ausencia de
escrúpulos y absoluta indiferencia por el pueblo peruano a mas de 78 altos
directivos y funcionarios de dicho gobierno acusados y sentenciados por
corrupción y otros delitos[2].
Ello, amen de a su máximo líder político sentenciado por delitos configurados
como de “lesa humanidad” de acuerdo al Articulo Sétimo del “Estatuto de Roma de
la Corte Penal Internacional”[3],
de la que el Perú es suscriptor, pero que no pudo imputarse al acusado por
disposición constitucional[4] debiendo condenarlo por un delito
menor al no haber el Congreso cumplido, ya sea por desidia o malicia según a
quien se consulte, con la obligación que tenia, de acuerdo al compromiso
asumido por el Perú al suscribir el Estatuto, de homologar nuestro Código Penal
a lo dispuesto en dicho Estatuto y calificar así meridianamente dicho delito
para que pueda ser imputado según lo dispone nuestra Constitución.
Y así vamos llegando a la
destructiva crisis política que estos han fabricado para alcanzar sus oscuros
propósitos a costa de vulnerar y socavar seriamente la institucionalidad de nuestro
sistema de gobierno y sus instituciones así como los derechos constitucionales
de todos los peruanos.
Los acontecimientos recientes no
hacen sino dar fe de lo que aquí mencionamos y por tanto se hace indispensable
analizar detenidamente la estrategia gradual y cínica que se ha usado para
vulnerar nuestro orden constitucional, obligar a la renuncia del Presidente de
la República y sobretodo arrebatarle al pueblo peruano el protagonismo
democrático al que tiene derecho y que sanciona nuestra constitución
trasladando el mismo a los partidos políticos con la absurda y maliciosa excusa
de reforzar la democracia.
Oposición Responsable.-
La sola mención de esta frase
debería haber hecho meditar a la Sra. Keiko Fujimori sobre la contradicción
implícita en ella y sobretodo sobre la incongruencia de la misma cuando se usa
dentro del contexto político de una Republica Democrática.
En un sistema de gobierno
republicano donde los representantes del pueblo son elegidos democráticamente a
través de elecciones generales, resulta no solo impropio y atentatorio contra
el sistema de gobierno del país sino también eminentemente irresponsable
adoptar la posición de oponerse a la decisión soberana del pueblo manifiesta en
elecciones generales.
La Sra. Fujimori no entiende, o
simplemente no le interesa, ni siquiera los aspectos mas elementales del sistema de gobierno que
rige en el Perú. En nuestro sistema de gobierno la persona que es electa
Presidente de la Republica recibe un mandato del pueblo peruano para desarrollar
un plan de gobierno especifico, por supuesto, sujeto a los imponderables y la
dinámica que imponga la realidad. Los representantes en el Congreso no reciben
mandato alguno ya que su misión es la de apoyar al poder ejecutivo en la
implementación de su plan de gobierno mediante el aporte de ideas, medidas,
leyes, criticas y por supuesto, también la fiscalización.
Los Congresistas no pueden
adoptar de tal forma una actitud de oposición porque si lo hicieran estarían
violentando la decisión democrática y mayoritaria del pueblo. Tampoco pueden
aducir mandato alguno porque el Congreso esta constituido por representantes
individuales que pertenecen a múltiples organizaciones políticas.
Los Congresistas no sometieron a
consideración de los electores planes individuales de gobierno para ser
elegidos y el que pudiera haber presentado el candidato presidencial de su
organización política ha sido rechazado por la mayoría del pueblo al elegir el
plan de gobierno de otro candidato presidencial. Sostener que se tiene un mandato
especifico y/o aducir que es el mandato principal por contar con una mayoría de
representantes en el Congreso es irrogarse una representación espuria porque
los representantes en el Congreso no son elegidos para representar a sus
organizaciones políticas sino a todos los peruanos.
No puede pues existir
“Oposición” en un sistema de gobierno republicano y democrático ya que si esta
barbaridad política se diera la misma sería, de hecho, una opción irresponsable
que de facto denotaría la decisión formal de violentar la voluntad popular y el
sistema de gobierno del país.
Nuestro sistema de gobierno no
es una democracia propiamente dicha donde manda la mayoría. Nuestro sistema de
gobierno es un sistema “REPUBLICANO” de gobierno en donde los votantes eligen
democráticamente representantes para que usen su propio juicio y criterio para
tomar las decisiones que mas convengan para el bienestar de todos los peruanos.
No para hacer lo que quieran los ciudadanos que votaron por ellos sino para
decidir en forma individual y de mutuo propio lo que consideran que es mejor
para todos los peruanos.
La esencia de un sistema de
gobierno republicano es evitar los errores históricos de las democracias
directas que irremediablemente terminan suicidándose para dar paso a regímenes
totalitarios por ignorar el hecho irrefutable de que los pueblos, motivados por
la euforia, el dolor o el discurso de pseudo-líderes mal intencionados también
se pueden equivocar cuando votan.
Nuestros representantes no son
elegidos para cumplir ordenes y/o consignas de partido político o célula
parlamentaria alguna. Al momento de ser investidos con el cargo de Congresista
de la República dejan de representar al partido político a través del cual
fueron elegidos y pasan a representar a todo el pueblo peruano.
El hecho de que puedan agruparse
en bancadas para fines administrativos y operativos en el Congreso no implica
en forma alguna que estén sometidos a ideología, consigna, u obligación
partidaria o de cualquier otra índole como no sea exclusivamente la de su
conciencia, su convicción republicana y democrática así como su compromiso de
trabajar por el bienestar del pueblo peruano.
El líder de cada bancada
parlamentaria debe pues consensar el apoyo de las iniciativas legislativas de
la bancada con los miembros que la componen y por supuesto no puede imponer su
criterio y mucho menos el de personajes ajenos a la bancada. Por lo demás, las
bancadas no pueden imponer sanciones a los congresistas que discrepen con la
misma y decidan votar en contra de determinadas iniciativas. Los ciudadanos no
eligen congresistas para que sean esbirros de cúpulas partidarias y/o
parlamentarias sino para que usen su propio juicio y criterio.
De tal forma resulta no solo
conceptual y políticamente impropia la declaración de la Sra. Keiko Fujimori en
el sentido de irrogarse el derecho a determinar cual será la posición de los
congresistas de su organización política en el Congreso sino, lo que es mas,
resulta aun mas preocupante que con dicho pronunciamiento desnuda una temprana identificación con el caudillismo
totalitario que caracterizo al gobierno de su padre así como una clara falta de
respeto por nuestro ordenamiento constitucional.
La Injerencia Partidaria en el
Congreso.-
A la lamentable frase antes
mencionada, que define desde el comienzo una estrategia política indigna de
nuestro sistema de gobierno, se suma una activa participación e intervención
mediante informales coordinaciones entre ella y los lideres políticos de su
organización política con los congresistas elegidos de dicha agrupación con la
intención de disponer desde el exterior las decisiones que deben tomar dichos
representantes en el Congreso.
La misión y función de las
organizaciones políticas en un sistema de gobierno republicano y democrático es
la de educar al pueblo en el sistema de gobierno del país, en los valores en
los que se sustenta el mismo y en la responsabilidad ciudadana de defender
dicho sistema de gobierno. Los partidos políticos proponen y difunden ideas y
corrientes de pensamiento político que contribuyan a la defensa de la libertad
individual y los derechos fundamentales de los ciudadanos así como que
promuevan el bienestar de todos. Las organizaciones políticas también tienen
como misión preparar a futuros lideres y representantes políticos que cuenten,
fundamentalmente, con un solido compromiso republicano y formación democrática
amen de una autentica vocación de servicio publico.
El párrafo anterior es una
interpretación generosa sobre la función de las organizaciones políticas basada
en la tradición política occidental. Nuestra Constitución sin embargo, define
el rol y función de las organizaciones políticas en forma mucho mas especifica,
concreta y directa.
Articulo # 35: “Los ciudadanos
pueden ejercer sus derechos individualmente o a través de organizaciones
políticas como partidos, movimientos o alianzas, conforme a ley. Tales
organizaciones concurren[5]
a la formación y manifestación de la voluntad popular. Su inscripción en el
registro correspondiente les concede personalidad jurídica….” [6]
Paradójicamente esta
puntualmente limitativa definición del rol y misión de las organizaciones y/o
partidos en el quehacer político del país tiene un antecedente familiar ya que
fue introducida en la constitución de 1993 precisamente por el Gobierno del
Presidente Alberto Fujimori. Muy probablemente la decisión de modificar el
texto original del Articulo # 68 de la Constitución de 1979[7] estuvo inspirada en el deseo de
prevenir que caudillos y/o mafiosos capturen organizaciones políticas para gobernar
en la sombra a través de sus representantes en el Congreso.
Este peligro que parecería
exagerado es mas común de lo que se piensa y las siguientes citas del
historiador británico Lord Acton son elocuentes para anticipar y describir el
riesgo de manipulación política y gubernamental a través de partidos políticos
para beneficiar oscuros intereses como viene aconteciendo actualmente en el
Perú.
“The one pervading evil
of democracy is the tyranny of the majority, or rather of that party, not
always the majority, that succeeds, by force or fraud, in carrying elections.”
“El único mal perverso de la
democracia es la tiranía de la mayoría, o mejor dicho del partido, mas no
siempre la mayoría, que tiene éxito, ya sea por la fuerza o fraude, en ganar
elecciones”.
"And
remember, where you have a concentration of power in a few hands, all too
frequently men with the mentality of gangsters get control. History has proven
that."
“Y
recuerden, allí donde se tiene una concentración del poder en pocas manos, muy
frecuentemente hombres con la mentalidad de “gánster” toman control. La
Historia ha probado esto.”
Lord Acton
A la luz de lo que viene
aconteciendo, debo reconocer hidalgamente que con gran visión y sabiduría,
nuestra Constitución limita la participación de los partidos políticos
exclusivamente a un rol secundario y con ello protege el rol protagónico de los
ciudadanos como individuos en el quehacer político. Es decir, la Constitución
peruana no permite que los partidos políticos sean deliberantes y/o protagonistas
en la gestión de ninguno de los poderes del Estado. Ciertamente tampoco permite
que estos influencien y mucho menos que exijan a los congresistas que adopten
decisiones y/o asuman posiciones que no estén basadas exclusivamente en su
mejor juicio, su compromiso de tomar las decisiones que consideren mas
convenientes para el bienestar de todos los peruanos y que sean de conciencia.
La Maliciosa Pretensión de Algunos Partidos Políticos.-
Como si fuera poco, al
inconstitucional, vulgar y probablemente ilegal comportamiento del partido que
ostenta la mayoría en el Congreso, secundado por la minúscula representación de
un partido que cuenta con una amplia historia de componendas políticas para
satisfacer ambiciones propias e intereses mezquinos sin consideración alguna
por el bienestar del pueblo peruano así como los derechos de sus ciudadanos, y,
con el aporte de una nueva organización política con claras características de
un caudillismo congénito y grosero respaldado por “cualquier cantidad de
dinero”, se suma la atrevida osadía de violentar la constitución limitando el
rol de los ciudadanos en la política y someterlos a los partidos políticos y
sus castas dirigenciales.
Esto, mediante la aprobación de
la ley # 30688[8]
que convalida un rol inconstitucional para los partidos políticos y cercena la
participación ciudadana en los movimientos políticos distritales y
provinciales. Ello, no obstante que la constitución es meridianamente clara al
sancionar en su Articulo # 31[9] no solo el derecho fundamental de los
ciudadanos a participar en los gobiernos vecinales sino, mas aun, al taxativo mandato
constitucional indicando que dicha participación no solo es un derecho sino
también un “DEBER” que debe cumplir todo ciudadano. Por si fuera poco, el mismo
articulo de la Constitución es meridianamente claro al indicar:
Articulo # 31: …. “Es derecho y
deber de los vecinos participar en el gobierno municipal de su jurisdicción.”….
”Es nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de
sus derechos.”…
Así, en el claro afán de
violentar nuestra constitución y los derechos fundamentales de los peruanos de
forma de garantizar la impune captura del poder se ha inventado el increíble, absurdo y descarado pretexto de que
es indispensable que nuestra democracia refuerce económica y formalmente a los
partidos políticos para poder sobrevivir.
Mayúscula falsedad cuando es fácil
comprobar, a la luz de la historia de los partidos políticos en el Perú, que
son precisamente estos y los sempiternos caudillos y camarillas que los
controlan los responsables de todos los males, deficiencias y malos manejos políticos
en nuestro país. Historia que explica porque estos tienen tan baja aceptación y
sobretodo participación ciudadana.
Los partidos políticos en el Perú,
de acuerdo a nuestra constitución, tienen un rol formativo, educativo y
promocional mas no un rol protagónico y mucho menos injerencia en el quehacer
de los tres poderes del Estado y por tanto no puede permitirse que estos
vulneren la representatividad y autonomía de los congresistas elegidos y mucho
menos los derechos de los ciudadanos en el afán de capturar una cuota de poder y
ejercer una función intervencionista que no les corresponde y que ciertamente
la constitución no les otorga.
De tal forma, resulta inmoral y
realmente indignante que estos sean financiados por el dinero publico como impúdicamente
han aprobado la pléyade de políticos fenicios que tenemos en el parlamento que
no tienen vergüenza de desnudar su jadeante afán por vivir mantenidos con el
dinero de todos lo peruanos.
Los partidos políticos necesitan
dinero para poder mantenerse y realizar las acciones que les competen pero no
pueden ser entenados del gobierno con el dinero de todos los peruanos.
En ese sentido resulta razonable
que se aprueben leyes que favorezcan e incentiven el financiamiento de los
partidos políticos por los ciudadanos individuales,
mas no por las personas jurídicas, brindando de esta forma la posibilidad de que
estos cuenten con doble y hasta triple deducción tributaria por sus donaciones,
que estarían sujetas a ciertos limites por supuesto, pero susceptibles de ser deducidas
íntegramente en el periodo en el que fueron hechas. Esto brindaría a los
partidos políticos una alternativa para financiar su funcionamiento pero sujeto
a que para ello logren captar el interés voluntario de los ciudadanos ya sea
para que estos los apoyen económicamente y/o para que se afilien a sus
organizaciones y cumplan con el abono de las cuotas mensuales de afiliación
propias de todo tipo de asociación.
Por lo demás, si los partidos
políticos no pueden captar el interés de los ciudadanos entonces estos no
podrán subsistir o en su defecto deberán cambiar y/o reorganizarse de forma de
lograr despertar el interés de los ciudadanos.
La democracia no se consolida y
refuerza financiando con recursos públicos y respaldando con leyes que
violentan los derechos ciudadanos a partidos políticos que no cuentan con
respaldo ciudadano alguno y que en muchos casos están manejados por consabidas camarillas
caudillistas que se perennizan en el control de los mismos para contar con
acceso a una cuota de poder.
La democracia se consolida
resaltando y promoviendo la responsabilidad que tienen todos los ciudadanos de
participar directamente en el proceso democrático, la gestión publica e
inclusive en la fiscalización de los representantes elegidos y autoridades.
El Cambio de Paradigma Político en Curso.-
Nadie hoy puede ignorar el
impacto que han tenido y siguen teniendo la tecnología y las telecomunicaciones
así como los medios sociales en la vida cotidiana de todas las personas del
mundo. Baste mencionar que en el Perú de hoy resulta familiar encontrar
“Mamachas” en poblados como Pisac, Huarocondo, Encañada, Baños del Inca, y
muchos otros del Perú profundo consultando con toda naturalidad sus sendos
teléfonos inteligentes.
Si el impacto de estos adelantos
en la vida de las personas ha demostrado ser tan extraordinario que linda con
lo increíble, como pensar que la Política, la Democracia, las Ideologías, los
Sistemas de Gobierno, etc. no han sido y siguen siendo impactados en la misma
magnitud que el resto de aspectos de la vida de todas las personas.
Un indicio de la profundidad de
este impacto es la facilidad con que un grupo de voluntarias y voluntarios sin
organización formal, financiamiento y ciertamente sin organización partidaria alguna han sido capaces
de reunir decenas de miles de personas en marchas como “Ni Una Menos”, “Marcha
por la Vida”, “Marcha No a Keiko” y otras similares.
Todas estas marchas tienen un denominador
común. Este es, la voluntad y predisposición de los ciudadanos individuales,
hoy extraordinariamente informados y a los que ya no se puede engañar como
antes, por asumir la responsabilidad de promover y defender aquellas causas
consideradas como importantes para el bienestar colectivo y que obviamente son
ajenas a los partidos políticos.
La decadencia de los partidos
políticos por otro lado es de tal magnitud que en su desesperación están
fomentando leyes y reglamentaciones impropias, inconstitucionales y abusivas para
vulnerar los derechos fundamentales, controlar la participación política y
forzar la participación partidaria de los ciudadanos amen de, lo que es mas
increíble, para financiarse con el dinero público. Todo esto bajo el antojadizo
y mendaz pretexto de que los partidos políticos son fundamentales para la salud
de la democracia.
Lo mas increíble de todo este
montaje es la ceguera de estos partidos y personajes políticos que piensan que
si a la fuerza logran vulnerar el protagonismo de los ciudadanos individuales
en el quehacer político, según lo manda la constitución, y logran igualmente imponer
a los partidos políticos como únicos intermediarios para el ejercicio de los
derechos políticos van a regresar al pasado y por tanto asegurar su
sobrevivencia aunque sean rechazados por los ciudadanos.
Esto es, en lugar de evolucionar,
purgarse de las camarillas sempiternas que los controlan y adaptarse a las
nuevas condiciones políticas planteando novedosas alternativas y facilidades
que permitan garantizar la participación, difusión y asimilación de las masivas
expresiones e inquietudes políticas expuestas espontáneamente por los
ciudadanos a través de movilizaciones y los medios sociales están empeñados en
regresar a un pasado que nunca volverá sin entender que ¡Regresar al pasado no
conduce hacia el futuro!
El mundo se encamina hacia un
nuevo paradigma político y dudo que alguien, pero ciertamente el suscrito así
como nuestros despistados y ambiciosos políticos no somos una excepción, tenga
idea de cual va a ser su estructura final… lo que si es una certidumbre es que
no será como en el pasado.
Por lo demás, lo que si es
absolutamente claro es que los peruanos no vamos a permitir que un grupo de corruptos,
ambiciosos e inescrupulosos políticos profesionales nos despojen de nuestros
derechos fundamentales, nuestra libertad y ciertamente tampoco de nuestro país.
Los defensores de nuestra
republica, democracia y libertad individual no son los partidos políticos y/o
medios de comunicación… ¡SOMOS NOSOTROS!... LOS CIUDADANOS COMUNES Y CORRIENTES
QUE AMAMOS PROFUNDAMENTE NUESTRO PAIS Y QUE CUESTE LO QUE CUESTE, NO VAMOS A
PERMITIR QUE NOS LO ARREBATEN.
A partir de la fecha, deberemos
empezar a crear una relación de todas las iniciativas legales que han sido
aprobadas en este y el anterior periodo gubernamental que vulneran, amenazan
y/o recortan nuestros derechos fundamentales así como todas aquellas que han
venido corrompiendo nuestro sistema de gobierno y sus instituciones para
favorecer la captura y abuso del poder. Ello, para empezar el gobierno del 2021
anulando, modificando y/o sustituyendo todas estas leyes y dispositivos legales
de forma de contar con una base firme sobre la cual construir el futuro de
nuestro país.
[2] Revista Caretas, Pagina 6,
Edición 2176 del 14 de Abril del 2011 - http://www2.caretas.pe/Main.asp?T=3082&S=&id=12&idE=926&idSTo=0&idA=51946 )
[3] Estatuto de Roma – Articulo
Sétimo: http://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf
[4] Constitución Política del Perú
1993, Capítulo I; Artículo 2; Acápite 24 (f): - http://www.pcm.gob.pe/wp-content/uploads/2013/09/Constitucion-Pol%C3%ADtica-del-Peru-1993.pdf
[6] Constitución Política del Perú
1993 – Titulo I, Capitulo III, Articulo # 35 - http://www2.congreso.gob.pe/sicr/relatagenda/constitucion.nsf/constitucion/9A21B8BDADDB576805256729007C41DC?opendocument
[7] Constitución Política del Perú
1979, Titulo I, Capitulo VII, Articulo # 68 - http://www4.congreso.gob.pe/dgp/constitucion/Const79texto/TITULOI-CAPITULOVII.pdf
[8] Ley 30688 del 02 de Noviembre
del 2017 - https://portal.jne.gob.pe/portal_documentos/files/96b35836-5c39-4202-b1f2-0381011349ea.pdf
[9] Constitución Política del Perú
1993, Articulo # 31 - http://www2.congreso.gob.pe/sicr/relatagenda/constitucion.nsf/constitucion/D46E2D30EA7026E105256729007C0455?opendocument
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