miércoles, abril 06, 2011

UNA MEDIOCRE CAMPANA ELECTORAL

En el ultimo articulo que publicamos en esta Bitácora nos comprometimos a participar activamente en la actual campaña electoral e inclusive amenazamos a nuestros lectores con lanzar la primera candidatura virtual a la Presidencia de la República del Perú.

No obstante lo anterior y luego de meditar sobre el particular llegamos a la conclusión de que el proceso electoral es un ejercicio democrático serio y que por tanto no existía ninguna justificación para desnaturalizar el mismo lanzando candidaturas virtuales, asumiendo posiciones electoreras y haciendo pronunciamientos políticos, que serian obviamente parcializados a nuestra candidatura imaginaria, todo, por un afán desmedido de egocentrismo.  

Diferente hubiera sido la situación si hubiéramos sido un candidato formal por el que el electorado hubiera podido votar. Como candidato virtual sin embargo, nuestro aporte a la campaña hubiera sido minúsculo e inclusive nulo y solo hubiera contribuido a confundir a los electores en un país en donde, por el contrario, necesitamos con urgencia educar al pueblo en democracia y sobretodo en el principal objetivo de este imperfecto sistema; defender y fomentar la “libertad individual de las personas”.

De tal forma decidimos, con gran sacrificio para nuestro ego, mantenernos al margen de la campaña electoral y limitar nuestra participación en ella a la condición de observadores o mas precisamente a la condición de electores.

Hoy sin embargo, cuando estamos en vísperas de la culminación de esta campana electoral y cuando todos los candidatos han tenido oportunidad de expresar ampliamente que es lo que proponen para el país, sentimos que tenemos todo el derecho a expresar nuestra opinión tanto sobre la campaña electoral como sobre los candidatos que han participado en ella.

He aquí pues el primero de una serie de artículos que publicare esta semana analizando la reciente campaña electoral peruana así como las posiciones y propuestas de los diferentes candidatos a la Presidencia de la República del Perú que han participado en ella.

A nuestro juicio la campaña electoral ha sido una campana típica, mediocre y superficial, en la que han primado los pronunciamientos mediáticos estratégicos en lugar de los conceptos, ideas y propuestas.

Cuando decimos típica no nos referimos solamente a las campañas electorales en el Perú sino a todas las campañas electorales modernas de la mayoría de países democráticos.


Continuacion ...
 
Con el desarrollo de las telecomunicaciones se ha podido constatar y hasta medir la mínima capacidad de concentración de la gran mayoría de la población no solo del Perú sino de todos los países.

Aunque parezca mentira, la gran mayoría de la población adulta con la justas tiene una capacidad de concentración intensa de aproximadamente 8 segundos y de concentración sostenida entre 7 y 20 minutos. Según estudios realizados en Inglaterra esta capacidad de concentración sostenida disminuye aun mas, a solo 10 minutos, cuando se analiza a estudiantes universitarios acostumbrados a estar permanentemente comunicados y/o a la denominada “Generación i”.

En lo que se refiere a la propaganda política se ha llegado a establecer que la capacidad de concentración de la población en general es del orden de los 8 a 10 segundos. Es decir, si en un comercial de radio y/o televisión el mensaje que se desea transmitir no se comunica en los primeros 8 a 10 segundos lo mas probable es que el mensaje se pierda totalmente. De igual forma, si un programa de noticias y/o entrevistas políticas dura mas de 10 minutos lo mas probable es que la gran mayoría del publico deje de prestar atención.;

En el Perú se han realizado muy pocas investigaciones serias para establecer los niveles de concentración intensa y sostenida de la población pero no existe ninguna razón que nos haga suponer que el comportamiento de la población peruana sea diferente al de la gran mayoría de otros países. Mas aun, en el caso del Perú existen algunas variables, como por ejemplo el hecho de que una parte importante de nuestra población se comunique en Quechua, que por el contrario insinuarían aun menores niveles de concentración que en otros países.

De tal forma, aquellos que critican la campaña electoral por no ser una campaña de ideas y propuestas no entienden que a la mayoría de la población le interesa tomar agua de coco pero no tiene tiempo ni interés suficiente para averiguar por donde le entro el agua a ese coco.

Las campañas electorales modernas son campañas emocionales basadas en "titulares" porque esa es toda la atención que se puede esperar de la gente a quienes van dirigidos los mensajes de la propaganda política.

En esas condiciones resulta pues imposible explicar propuestas, ideas y programas en tan poco tiempo y por tanto todos los candidatos en los procesos electorales modernos se dedican a lanzar, a través de titulares cortos, todo tipo de dudas y acusaciones, sean estas fundadas y/o ciertas o no, en contra de sus ocasionales contrincantes políticos.

Esta agresiva estrategia es complementada con mensajes que no tienen la mas mínima racionalidad y/o sentido como no sea lograr que el elector se sienta simplemente bien.  

Toda esta estrategia de comunicación tiene como objetivo no precisamente incentivar a los electores para que piensen y se informen sino simplemente lograr que algo de lo comunicado (mensaje racional y/o emocional) se quede pegado en la memoria de dichos electores.

Nos guste o no esa es la estructura de las campañnas políticas modernas y eso es lo que hemos tenido en el Perú.; La superficialidad de las campañas mediáticas electorales es tal que en Estados Unidos se ha resumido este fenómeno con la siguiente frase; “Los canales de televisión eligen a los presidentes (con mensajes superficiales) y los Diarios y publicaciones escritas son los que los deponen” (con argumentos serios).

De tal forma, no le pidamos peras al olmo porque no las puede dar. Mas bien, entendamos la naturaleza del proceso electoral y analicemos como mejorarlo dentro de las limitaciones que las comunicaciones y la capacidad de concentración de la población nos plantean.

Convendría por lo demás, implementar un plan de capacitación permanente que eduque al país en lo que es la democracia. Explicarle a la población las virtudes y los defectos de este sistema de gobierno; explicar a la población el alcance del concepto ‘libertad individual’ y como este derecho inalienable es el objetivo fundamental que justifica la existencia de un sistema de gobierno imperfecto pero ciertamente mejorable como es la democracia.

Explicar a la población las diferencias entre democracias populares y democracias republicanas y porque la democracia popular es el sistema favorito de los gobiernos totalitarios, caudillos y dictadores.

Explicarle al pueblo que en una democracia no manda la mayoría sino la constitución y que aunque la inmensa mayoría pueda apoyar determinada medida esta no podría adoptarse y seria ilegal si la misma vulnerara en forma alguna la “libertad individual” y/u otros derechos fundamentales así como adquiridos de los ciudadanos.

Explicarle a los ciudadanos e inclusive a los candidatos y partidos políticos que en una democracia puede existir discrepancia critica pero no puede existir “oposición”. El concepto de “oposición” es literal y semánticamente anti-democrático ya que implica que un grupo político esta en contra de lo que ha decidido, mediante el voto y en forma democrática, la mayoría de ciudadanos del país.

Enseñarle al pueblo que la independencia de poderes es requisito indispensable para que exista democracia no solo porque introduce controles en el ejercicio del poder político sino, mas importante aun, porque protege a los ciudadanos del abuso por parte del Estado y/o de particulares.;

En fin, enseñarle al pueblo peruano que la democracia es mucho mas que el simple ejercicio electoral y que ciertamente es mucho mas importante, solida y solvente que el superficial ejercicio mediático que acabamos de vivir durante la presente campaña electoral.

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