miércoles, abril 05, 2006

LO URGENTE Y LO IMPORTANTE

El Perú, como todo país, tiene muchos y muy complejos problemas que por supuesto requieren solución. Algunos de estos inclusive pueden catalogarse como problemas que requieren de soluciones urgentes. 

Lamentablemente, la política moderna, que en buena medida esta signada por la desinformación, la propaganda y sobretodo el inmediatismo que le imprimen los medios de comunicación, se encuentra atrapada en una suerte de limbo donde lo urgente no deja tiempo para lo importante.

Las propuestas políticas de todos los candidatos a la Presidencia en las elecciones actuales son un fiel reflejo de esta situación. La mayoría de candidatos presidenciales y ciertamente los partidos políticos que los apoyan, han presentado planes de gobierno que en buena cuenta son simplemente una lista de buenos deseos y medidas de índole política, social y económica que tienen como objetivo resolver problemas específicos.

Mas aun, el discurso de los candidatos se caracteriza por la promesa de acciones muy concretas que mas parecen soborno que políticas de Estado.

No falta en estas elecciones, el candidato de la contradicción. Un candidato confuso y confundido que no tiene pensamiento propio, o por lo menos que no lo sabe expresar, y que ha ensamblado una plataforma política a partir de retazos ideológicos de sistemas políticos no solo obsoletos sino que tienen como denominador común el servilismo popular y el recorte de la libertad individual.

Lo curioso es que, aunque parezca mentira, todos los candidatos presidenciales y los partidos políticos que están participando en esta elección, incluyendo al Sr. Humala, plantean exactamente lo mismo. Esto es, que la solución a los problemas del Perú son ellos.

Todos tienen una opinión pobre del pueblo Peruano y consideran que para que el Perú tenga futuro alguien debe detentar el poder y decidir que es lo que mas le conviene al país. Por supuesto, cada uno de ellos se considera la persona mas adecuada para ejercer ese poder.

Todos tienen una visión paternalista del Perú y todos, sin excepción, tienen una concepción patronal de la democracia en lugar de una vocación servicial hacia la misma y hacia los que esta representa. Todos quieren un país que puedan controlar y por tanto les parece absolutamente adecuado prometer a los electores que si llegan al poder ellos atenderán todas sus necesidades.

Directa o indirectamente todos promueven el conformismo social y fomentan la continuidad de una personalidad popular pedilona y pusilánime.

Continuación...

En el caso del Sr. Humala el menosprecio por el pueblo es tal que este no tiene verguenza en declarar que en un eventual gobierno nacionalista el gobernaría con las organizaciones sociales porque son estas y no el congreso las que bloquean caminos, realizan paros, huelgas, etc.

En su afán por justificar una estructura que le permita controlar y utilizar al pueblo según su conveniencia el Sr. Humala maliciosamente propone agrupar a los ciudadanos en corrales de adoctrinamiento ideológico a los que llama organizaciones sociales.

No Sr. Humala; No son las organizaciones sociales las que realizan las protestas. Son los ciudadanos individuales los asumen estas actitudes. Son igualmente los ciudadanos individuales los que inhalan los gases lacrimogenos, los que reciben los golpes, los que sufren privación de la libertad y en algunos casos los que dan la vida defendiendo sus derechos.

Las organizaciones sociales no son las protagonistas de la política, son los ciudadanos individuales comunes y corrientes que trabajan incansablemente para proveer para sus familias, para superarse personalmente y para progresar los únicos protagonistas de la política y si Ud. quiere gobernar tiene que empezar por respetar y valorar a ese ciudadano individual.

El pueblo Peruano no es una manada de animales a los que usted puede agrupar en corrales para recortar su libertad individual. El pueblo Peruano esta constituido por individuos con pensamiento propio y aspiraciones personales que solo pretende que el gobierno le garantice algunas condiciones elementales y básicas para ellos mismos encargarse de realizar sus aspiraciones.

El pueblo Peruano no es ignorante, incapaz ni ocioso como Ud. supone sino por el contrario es un pueblo pujante, imaginativo y trabajador que sin ayuda del gobierno y ciertamente sin ayuda de las llamadas organizaciones sociales ha desarrollado una economía informal que es tan o mas dinámica que la mal llamada economía formal.

Si hay algo que necesita el pueblo Peruano es que el Estado deje de entrometerse en la vida de los ciudadanos y que se garantice su derecho a la libertad individual.

Este es el principal y mas importante problema que tiene el Perú y por tanto cualquier transformación del Perú tiene que empezar por desterrar el nefasto paternalismo político y el asfixiante afán de controlar al pueblo que ha caracterizado y sigue caracterizando tanto la política como a los políticos en el país.

Para ello, la primera acción que debería promoverse es la de instituir el respeto a los ciudadanos Peruanos como política de Estado. Destacar que no son los presidentes, los congresistas o las organizaciones sociales las que construyen el destino y el bienestar de los pueblos. Que son los pueblos mismos a través del ejercicio de su derecho a la libertad individual los que labran su propio destino y generan bienestar y progreso.

Que la misión de los presidentes no es atender necesidades sino aportar una visión del futuro e inspirar y entusiasmar al pueblo para que con su esfuerzo y trabajo haga realidad esa visión. Que la función del gobierno y del congreso es la de administrar los recursos y crear las leyes respectivamente que faciliten y apoyen al pueblo, a todo el pueblo, esto es trabajadores, empresarios, educadores, intelectuales, tenocratas, profesionales, etc., en la realización de esa gran tarea.

Que es igualmente responsabilidad de todos aquellos que han sido elegidos para servir al pueblo, la de garantizar que todos los ciudadanos tengan iguales derechos y oportunidades para construir el bienestar propio y el de sus familias y, a través de ello, el bienestar del país en su conjunto.

Los presidentes, congresistas y el gobierno no pueden eliminar la pobreza de un país. Solamente el pueblo con su trabajo, creatividad, imaginación y deseo de superación puede eliminar la pobreza.

Creando pequeñas, medianas y grandes empresas y generando con ello trabajo así como riqueza; dando rienda suelta a la imaginación y la creatividad para inventar nuevos productos, sistemas, métodos, procesos, técnicas, etc.; ejerciendo orgullosamente su oficio o profesión; labrando la tierra y cuidando de su ganado; educando y curando.

El ultimo político que demostró sensibilidad y humildad ante esta verdad irrefutable fue el Presidente Fernando Belaunde Terry quien con gran respeto y en reconocimiento al verdadero gestor del bienestar y progreso del pais dispuso que en la placa conmemorativa de toda obra inaugurada en su gobierno se inscribiera la frase “El Pueblo lo Hizo”.

En la misma linea de respeto al ciudadano Peruano se ubica la frase, “La Conquista del Perú por los Peruanos”, que acunara este distinguido estadista y cuyo sentido verdaderamente nacionalista ha sido suplantado por la opción facilista de subastar al país para satisfacer la voracidad insaciable de un Estado absolutamente gigantesco y la no menos voraz ambición de servidores públicos corruptos.

En el camino se ha re-definido el concepto de inversión extranjera, competencia, competitividad, apertura económica y libertad de mercado para justificar políticas tan extravagantes que ni siquiera Estados Unidos, el país mas capitalista del mundo, se atrevería a consentir. Mas aun, aunque parezca increíble, políticas que Estados Unidos rechaza activa y decididamente en su país.

El respeto al ciudadano Peruano implica también el respeto al empresariado nacional y la obligación de crear las condiciones para que este se desarrolle. Condiciones que lo incentiven y protejan para que pueda cumplir la misión de “conquistar el Perú” a la que tiene derecho y que le corresponde.

Condiciones que faciliten su gestión en lugar de entorpecerla; que le permitan desarrollar su creatividad y temeridad para enfrentar el riesgo en lugar de limitarlo y forzarlo a la precaria condición de rentista.

Para transformar y desarrollar el Perú lo primero que hay que hacer es volver a respetar al ciudadano Peruano. Confiar en el; resaltar su estoicismo, laboriosidad, imaginación y adaptabilidad al cambio; respetar su individualismo y deseo de libertad y garantizar sus derechos.

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